¿POTENCIÓMETRO SI O POTENCIÓMETRO NO?
¿Te animas a entrenar por vatios?
“A mí no me hace falta…con las pulsaciones tengo una buena referencia…se pierde la esencia del ciclismo…” ¿realmente estás en lo cierto?
En 1986, el alemán Ulrich Schoberer, diseñó, fabricó y presentó su solicitud de patente para un dispositivo capaz de cuantificar la intensidad real de su entrenamiento. Necesitaba aprovechar al máximo el poco tiempo del que disponía para entrenar, optimizando al máximo sus entrenos y así aprovechar cada minuto sobre la bici para poder seguir compitiendo a un
buen nivel. Schoberer fue el inventor del primer potenciómetro para bicicletas y fundador y propietario de la prestigiosa compañía alemana de medidores de potencia “SRM”.

Hoy en día, su uso se está totalmente instaurado a nivel profesional. Se ha convertido en una herramienta esencial para los entrenamientos y competiciones de ciclismo en ruta, mountain bike o triatlón. Pero… ¿Y a nivel popular? Su uso se está estandarizando hasta tal punto de que
seguramente te hayas preguntado alguna vez, si serás el único de tu grupeta que vaya sin uno de ellos.
¿Qué es un potenciómetro?
Un potenciómetro es un dispositivo que mide la potencia en vatios que aplicamos en el pedaleo, mediante la relación fuerza-velocidad.
Más comúnmente, los medidores de potencia o potenciómetros, usan medidores de tensión que varían ligeramente cuando se aplica una fuerza (igual que cualquier báscula digital).
Al medir este par y combinarlo con la velocidad angular (cadencia), se puede calcular la potencia (medida en vatios).
¿Cómo nos ayuda un potenciómetro?
La información es poder, y como tal, saber como de fuerte estás pedaleando, cuanto margen tienes hasta tu umbral o cuanto trabajo llevas acumulado en tu entrenamiento, te va a ayudar a comprender como reacciona tu cuerpo a los diferentes esfuerzos a los que te enfrentes.
Da igual si sales en bici simplemente para mantenerte activo, participar en marchas populares o para entrenar como un profesional; tener esa información te va a venir muy bien. Varios compañeros de grupeta que no tienen otra intención que montar en bici para mantenerse activos y charlar encima de la bici con sus compañeros, hablan maravillas de lo bien que
acaban las marchas desde que lo instalaron. ¿Por qué? Tan fácil como que al saber cuál es su límite de rendimiento o umbral en un tiempo determinado (para esto es necesario hacer un test), suben los puertos a una intensidad que pueden soportar sin llegar a desgastar tanto que
lleguen al final del recorrido sin un gramo de fuerza.
Ahora los defensores del pulsómetro diréis que eso ya lo tenéis con el pulso, ¿verdad? Si pero no. Lo ideal es combinar las 2 referencias pero la potencia es una referencia instantánea y el pulso tiene un cierto retraso desde que realizas el esfuerzo hasta que tu cuerpo reacciona a él. Además, factores como la digestión, cansancio, calor o deshidratación, pueden variar tu pulso. Seguramente, (y es que cada cuerpo es un mundo), en la primera hora de una marcha, te podrás permitir forzar la máquina más de lo recomendable sin que tu pulso dé muestras de que estas entrando en la zona roja, y que le estás dando un calentón a tu cuerpo que vas a pagar más pronto que tarde.
En cambio, cuando lleves 4 horas de desgaste y encares el último puerto, las pulsaciones estarán por las nubes y te dará la sensación de que vas realmente despacio aunque tus pulsaciones digan que subes al 110% de tus posibilidades. Ya es demasiado tarde.
Si eres de los que entrenan por el libro y quieres probar a entrenar por vatios, prepárate para sufrir más de lo que has sufrido nunca. Aquí podemos ver una comparativa de un esfuerzo medido en ppm y en vatios.

En esta captura de uno de mis entrenos en los que hice 3 series de 10 minutos, podemos observar en morado la potencia y en rojo el pulso. Se ve perfectamente como a una potencia estable cercana a mi umbral anaeróbico en vatios, el pulso en los primeros 3-4 minutos no se acerca al umbral en pulsaciones, pero poco a poco voy entrando en la zona roja y acabo la serie por encima del umbral de pulso pero manteniendo la potencia (a duras penas). Se puede observar también que en cada serie, las pulsaciones tienden a subir un poco más.
Si hubiera tomado como referencia el pulso, la gráfica sería totalmente invertida; el pulso subiría rápidamente junto con la potencia y a continuación, se vería una línea estable de pulso y la potencia en decadencia hasta un nivel de vatios estable pero por debajo lo que podría mantener durante una serie completa guiándome por la potencia.
¿Cuál es la diferencia entre las 2 referencias?
Comprobado con tiempos en diferentes días, que manteniendo una potencia estable acorde a las posibilidades de cada uno, haremos el recorrido en menos tiempo que guiándonos por el pulso. Como ejemplo, seguro que recuerdas alguno de los finales de etapa de las grandes vueltas donde Chris Froome, ante los ataques de sus rivales, agachaba la cabeza y no perdía la calma. Chris tenía los deberes muy bien hechos y sabía gracias a test realizados en pretemporada, sabía cuántos vatios podría mover dependiendo del tiempo que faltara para acabar la etapa. Mientras sus rivales se desgastaban haciendo ataques que no iban a llegar a buen puerto, él mantenía su esfuerzo para acabar sobrepasándoles sin que le pudieran replicar. Lo dicho, la información es poder.
¿Cuándo es aplicable la referencia de la potencia?
No siempre es necesaria pero no quiere decir que no sea útil. Por ejemplo, en repechos cortos y explosivos, en un sprint en medio de una carrera, incluso en carreras de XCO, quizás no sea necesario llevar clavada la mirada en tu ciclocomputador pensando en no pasarte de vatios.
Bastante tendrás con afrontar cualquiera de esas dificultades y no perder el aliento o la rueda del corredor que te precede. Pero ojo, al acabar el entreno/carrera, tendrás información de cuanta potencia has desarrollado en ese sprint, repecho, puerto o segmento de strava y compararlo con otros esfuerzos en ese mismo punto, y compararlo con la frecuencia cardiaca que tuviste en otras ocasiones. Esto es una buena referencia para saber tu nivel de forma o simplemente saber si estas mejorando tu rendimiento, ya que comparando potencia con frecuencia cardiaca, no influyen variables externas como el viento, el calor, ir a rueda…etc., etc.
Por ir acabando: como en otras facetas de la vida, la tecnología ha venido para resolver problemas que antes no teníamos, pero si pruebas a instalar un medidor de potencia en tu bicicleta, te aseguro que no te va a decepcionar. Te lo dice un aficionado al ciclismo que recelaba de los vatios y ahora tiene potenciómetro en la bici de ruta, mtb y hasta en la de mi
mujer.
Saludos compañeros.