Van der Poel, hambre y talento

 

En el mundo del deporte a veces salen talentos que están por encima del resto, sin discusión. En Estados Unidos, la gente alucina en los últimos meses con un chaval de menos de 20 años, esloveno, que se está comiendo la NBA y el baloncesto mundial. Luka Doncic está en todas partes, en todos los medios, deportivos y generalistas. Es un talento tan grande que es imposible que podamos adivinar dónde estará su techo.

  • ¿Vienes a este blog a hablar de baloncesto? ¿Es que Baggicase ahora no solo va a vender fundas impermeables para la bici, y se va a poner a fabricar balones de basket?
 

Solo estaba poniéndote en situación.

En el ciclismo tenemos nuestro talento que está por encima del resto. Es holandés, tiene 24 años y a día de hoy es uno de los ciclistas más importantes del mundo.

Igual ofendo a alguien con esta afirmación, pero me atrevo a decir que Mathieu van der Poel es, no solo el mayor talento ciclista del momento, sino que es el mejor ciclista del mundo. Creo que me he ofendido hasta yo (perdón Alejandro, perdón Peter, perdón Nino…), pero a veces lo pienso. Cuando a un talento descomunal se le suma una actitud y una cabeza de campeón, sale este insaciable depredador de las dos ruedas.

Analicemos las temporadas de Mathieu van der Poel. Realmente no se cómo llamar a sus temporadas, pues no son como las de cualquier ciclista. No empiezan en enero y terminan en octubre, como los ruteros. No empiezan en septiembre y terminan en febrero, como los crossers. Tampoco empiezan en abril y terminan en septiembre, como los especialistas en las ruedas gordas.

Van der Poel vive en una temporada contínua. Nunca acaba. Mathieu acaba de cerrar una de las temporadas más estratosféricas de un corredor en la historia del ciclocross. De hecho, para muchos, es el mejor crosser de la historia. Lo ha ganado casi todo. Y digo casi porque se ha dejado algunas carreras sueltas, pero tan solo ha sido derrotado en 2 ocasiones esta temporada. 34 victorias de 36 carreras disputadas. 94% de efectividad. 26 victorias consecutivas. Entre ellas su ya conocida prueba “gafe”, el campeonato del mundo.

Y es que ahora podemos decir que el mejor ciclista de ciclocross del mundo lleva el maillot arcoíris.

[caption id="" align="aligncenter" width="750"] Picture by Le Soir[/caption]
  • Bien. Está claro que es el mejor corredor de ciclocross del mundo. ¿Para eso vienes a escribirnos, Fran? ¡Eso lo sabe todo el mundo!
 

Ok, llevas razón, querido lector. Hasta ahora solo te he contado obviedades. Hablemos del futuro. El futuro que está aquí en poco más de dos semanas. Cuando hablaba de que Mathieu vive en una temporada completa es porque sale de una disciplina y ya está disputando en otra. Ahora viene el momento que para muchos nos produce el mayor hype ciclista del año. La llegada de Mathieu van der Poel a las grandes clásicas.

Llevamos años esperando el duelo entre van der Poel y van Aert en la carretera (en grandes citas), y este año 2019 por fin lo tenemos.

  • Venga ya Fran, ahora nos vendrás a contar que un chaval que apenas ha pisado la carretera, corriendo en un equipillo de tercera va a estar al nivel de Sagan y compañía en Flandes, tú flipas.
 

Pues sí, amigo. Te lo garantizo. ¿Recuerdas a Wout van Aert (corredor Baggicase, por cierto) el pasado año en las clásicas? ¿Lo recuerdas poniéndolo todo patas arriba en la Strade Bianche? No solo eso, sino que en Flandes y Roubaix me atrevería a decir que era de los 5 más fuertes cuando la carretera dejaba de ser de asfalto.

Pues lo de van der Poel va a ser peor. Peor para Sagan y compañía, y mejor para nosotros. Imaginatelos a los dos. Van Aert lo ha pasado fatal toda esta temporada de barro. No ha estado a la altura. Los problemas extradeportivos han sido su cruz y nunca alcanzó nivel para poder competir contra el holandés. Está ante su momento, la carretera debe ser su redención. Está en un equipo World Tour, disputará todas las citas, por fin tiene estabilidad profesional. Y tiene algo que le falta a Mathieu, la experiencia en las grandes clásicas. Bendita rivalidad, y bendito barro.

[caption id="" align="aligncenter" width="750"] Picture by CX Magazine[/caption]
  • Que sí, que lo que tu quieras, qué bonito lo vendes. Pero que este en carretera no ha hecho na’.
 

Estas pesado. Mathieu ya ha demostrado que en la carretera tiene muchas cosas que decir. Es el vigente campeón neerlandés, subcampeón de Europa y además fue campeón del mundo junior en Florencia (el año de Rui Costa, sí). Tiene explosividad, potencia, técnica… Lo único que le falta es la experiencia y el saber correr. Además de que no tiene equipo. Pero de que este chico estará con los mejores en los muros flamencos, que no lo quepa duda a nadie. Aunque, ahora que lo pienso mejor, esa inexperiencia nos puede llevar a ver momentos gloriosos. Si hay un corredor del que espero que pueda hacer saltar todo por los aires en Flandes, ese es él.

Por cierto, no estará en París-Roubaix. Posiblemente su debut en el infierno del norte sea en 2020. Van der Poel contra van Aert, en Roubaix. ¿Y si llueve y se forma el festival del barro? En Roubaix nunca llueve pero, ¿y si sí?

Yo si fuera productor cinematográfico estaría por allí tomando nota.

Epílogo: Ah, y después de las clásicas no penséis que el chaval se va a descansar a su casa. Ahora, dentro de su temporada infinita, comienza la temporada de BTT. Su asalto al XCO. El último año estuvo a un gran nivel, pero un escalón por debajo de Nino Schurter (el Goku del XCO) y de Gerhard Kerschbaumer (el Pantani de las ruedas gordas). Pero Tokio se acerca, y Mathieu quiere el oro olímpico. Bueno, Mathieu lo quiere todo. Porque puede conseguirlo.